Estos últimos dos noticias internacionales me han colocado en espectros opuestos del estado anímico.
Por un lado se logró una contundente victoria del pueblo, que con un 80% ha ratificado el llamado del presidente Rafael Correa a la Asamblea Constituyente. Espero que este proceso logre consolidar un proceso democrático con dirección hacia una sociedad más justa. Aunque, como toda transformación de importancia, es iluso pensar que esta se llevará a cabo sin contratiempos. "La violencia es la partera de la historia" decía Marx, y con eso se refería a que en estos momentos de transición siempre se hacen más notorias las fracturas, y las posturas contrarias. Desde acá espero que el presidente y en general la clase política ecuatoriana sepa estar a la altura para manejar este proceso de la mejor manera.
Por otro lado desde los EEUU llegan las noticias de otra masacre, esta vez no en un colegio sino en una universidad. Es difícil imaginar cual debe ser el nivel de psicosis social que pueda llevar a un joven a realizar una atrocidad como esta. Será como dice Michael Moore ¿la cultura del miedo imperante? Creo que debe analizarse con profundidad estos fenómenos, e ir a los factores sociales, antes que los psicológicos. Porque este es un problema que concierne a la sociedad en su conjunto, es la sociedad la que está enferma. Creo que las explicaciones basadas en los desordenes individuales ya no son suficientes para un tipo de masacre que se vuelve una "marca registrada" de la sociedad estadounidense. Espero que no se vuelva a repetir.
Por un lado se logró una contundente victoria del pueblo, que con un 80% ha ratificado el llamado del presidente Rafael Correa a la Asamblea Constituyente. Espero que este proceso logre consolidar un proceso democrático con dirección hacia una sociedad más justa. Aunque, como toda transformación de importancia, es iluso pensar que esta se llevará a cabo sin contratiempos. "La violencia es la partera de la historia" decía Marx, y con eso se refería a que en estos momentos de transición siempre se hacen más notorias las fracturas, y las posturas contrarias. Desde acá espero que el presidente y en general la clase política ecuatoriana sepa estar a la altura para manejar este proceso de la mejor manera.
Por otro lado desde los EEUU llegan las noticias de otra masacre, esta vez no en un colegio sino en una universidad. Es difícil imaginar cual debe ser el nivel de psicosis social que pueda llevar a un joven a realizar una atrocidad como esta. Será como dice Michael Moore ¿la cultura del miedo imperante? Creo que debe analizarse con profundidad estos fenómenos, e ir a los factores sociales, antes que los psicológicos. Porque este es un problema que concierne a la sociedad en su conjunto, es la sociedad la que está enferma. Creo que las explicaciones basadas en los desordenes individuales ya no son suficientes para un tipo de masacre que se vuelve una "marca registrada" de la sociedad estadounidense. Espero que no se vuelva a repetir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario