martes, abril 17, 2007

Los medios de producción no importan!

La propiedad de los medios de producción no importa. El día de hoy todos los obreros del mundo podrían hacer una gran revolución para obtener la propiedad de los medios de producción pero eso no cambiaría en nada la estructura capitalista de la sociedad global. Y eso se debe a dos procesos muy importantes descritos uno por Manuel Castells en "la Sociedad Red" y el otro por Naomi Klein en "No Logo". De lo que se trata es del desmenbramiento del proceso de producción y de la desmaterialización de la empresa capitalista.
El primer proceso se refiere a la separación espacial de los diferentes procesos de la producción. Para Castells la producción se divide en un proceso de innovación, un segundo de procesamiento de información, el servicio al cliente y finalmente, la producción en masa. Originalmente, en los albores de la sociedad industrial todos estos procesos debían realizarse en un mismo lugar. Pero ahora ese no es un requisito, y para la mayoría de las empresas es más conveniente que no sea asi. Mientras pueden ubicar sus centros de procesamiento y de innovación en torno a los nodos de las redes centrales (es decir las grandes ciudades), los centros de producción pueden ubicarse en países que una mayor "ventaja comparativa" (es decir, una mano de obra más barata). De esta manera se abarata la producción. Sin embargo lo que no percibe Castells es lo que conlleva el segundo proceso que menciono.
Con la desmaterialización de la empresa, Klein se refiere al proceso que ha venido siguiendo muchas grandes corporaciones para convertirse en empresas de marketing. Es decir, no sólo han separado espacialmente su centro de innovación y dirección de su centro de producción, sino que además lo han tercerizado. Es decir, las nuevas empresas no poseen fabricas ni ningún otro medio de producción, sino que las subcontratan a las fábricas, de acuerdo a la necesidad de productos que necesiten.
Las empresas modernas, y según Klein las más exitosas, son aquellas que no tienen ni fábricas ni trabajadores. Consisten nada más, en la propiedad de una idea, de un concepto, o de un estilo de vida. Lo que han hecho estas empresas es separar el proceso de explotación (que se da en la producción misma) de la apropiación de la plusvalía. Por eso digo que ya no sirve de nada eliminar la propiedad de los medios de producción. Si los obreros se apropian de ellos, igual permanecerían subcontratados por estas empresas inmateriales que siguen obteniendo el excedente. ¿Cómo se combate contra este tipo de empresa inmaterial? No podría decirlo, pero creo que cada vez es más necesario reforzar el papel del Estado.

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